Similar a la imagen que recorrió el mundo en el año 2015 de Alan Kurdi, el niño sirio de tres años de edad que murió ahogado en la isla griega de Kos al intentar llegar a la costa mediterránea como refugiado, hoy vivimos de cerca otra imagen de inmigrantes centroamericanos: esta vez se trata de Óscar Alberto Martínez Ramírez, de 26 años, y de su hija Valeria, de apenas 23 meses, quienes yacen boca abajo en las aguas del Río Grande, en la frontera entre México y los Estados Unidos.
La fotografía fue capturada el día de hoy por la fotoperiodista de Associated Press, Julia Le Duc, y publicada por el periódico mexicano La Jornada, poniendo de relieve los peligros de la grave crisis migratoria actual, en la que la mayoría de los centroamericanos huyen de la violencia y la pobreza, esperando asilo en Estados Unidos.
En las últimas semanas, dos bebés, un niño pequeño y una mujer fueron encontrados muertos, vencidos por el calor sofocante. En otros lugares de la frontera, tres niños y un adulto de Honduras murieron en abril después de que su balsa se volcó en el Río Grande, y un niño de 6 años de edad fue encontrado muerto a principios de este mes en Arizona, donde las temperaturas se elevan rutinariamente muy por encima de los 40 grados centígrados. El presidente de México, Andrés Manuel Lopez Obrador, se manifestó con respecto a la imagen la tarde de hoy.
“Es muy lamentable que esto suceda. Siempre hemos denunciado que a medida que hay más rechazo en Estados Unidos, hay gente que pierde la vida en el desierto o cruzando el río”
Según el reportaje de Le Duc para el diario La Jornada, Óscar Alberto Martínez Ramírez, frustrado porque su familia salvadoreña no pudo presentarse ante las autoridades estadounidenses y solicitar asilo, cruzó el río nadando con su hija Valeria. Al parecer, puso a la niña en la orilla estadounidense del río y se dirigió hacia su esposa, Tania Vanessa Ávalos, pero al verlo alejarse, la niña se arrojó al agua. Martínez regresó y pudo agarrar a Valeria, pero la corriente se llevó a los dos, de acuerdo con lo que contó la madre de la niña a las autoridades.
Sus cuerpos fueron descubiertos el lunes por la mañana en la orilla del río cerca de Matamoros, México, frente a Brownsville, Texas, y a varios cientos de metros de donde habían intentado cruzar, a sólo un kilómetro de un puente internacional.
Aunque la foto recuerda la imagen de 2015 de un niño sirio de 3 años que se ahogó en el Mediterráneo, cerca de Turquía, queda por ver si puede tener el mismo impacto al centrar la atención internacional en la migración a los Estados Unidos, en donde miles de niños separados de sus familias se encuentran en condiciones infrahumanas en centros de detención fronteriza sin ropa, jabón, cepillos de dientes o atención médica.
Estados Unidos también expandió hace poco un programa bajo el cual los solicitantes de asilo esperan en México mientras sus solicitudes son procesadas en las cortes de Estados Unidos, una espera que podría durar muchos meses o incluso años.
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