El Ejecutivo de Texas ha ofrecido al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, una superficie de aproximadamente 600 hectáreas con el propósito de erigir instalaciones destinadas a la deportación de individuos considerados como «criminales violentos». En un comunicado, el Gobierno de Texas, liderado por Greg Abbott, expresó su intención formal de poner a disposición 1,402 acres de tierra en el condado de Starr, Texas, para la construcción de dichas instalaciones de deportación.
Texas le ayuda a Trump con 600 hectáreas
El comunicado del Gobierno de Texas no solo dejó en claro la asignación de terrenos, sino que también indicó la disposición de formalizar la donación ante el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, así como la Patrulla Fronteriza.
La Operación Flat Top y la adquisición del terreno
El gobernador de Texas, Greg Abbott, reveló que la adquisición del terreno tuvo lugar en octubre del año anterior, lo que facilitó la pronta construcción de un muro fronterizo de púas entre Texas y México, como parte de la denominada Operación Flat Top. Abbott destacó que durante dicha operación se detectaron evidencias de actividades delictivas, incluyendo tráfico de personas, así como la presencia de escondites de armas y artefactos explosivos improvisados (IED). El gobernador también subrayó que la Operación Flat Top se consideró un éxito rotundo, ya que logró erradicar por completo la actividad relacionada con los cárteles en la zona.
Compromiso con la seguridad en la frontera
Greg Abbott enfatizó que, antes de la adquisición de la propiedad, la zona en cuestión se encontraba desprotegida, convirtiéndose en un punto vulnerable para los derechos de migrantes. Mencionó que el anterior propietario se negó a la instalación del muro fronterizo, lo que propició situaciones de abuso sexual a mujeres y niños migrantes por parte de integrantes de cárteles y criminales violentos. Además, el gobernador afirmó que su administración ha logrado importantes avances en la lucha contra los cárteles en la frontera, contribuyendo a la disminución de actividades delictivas, como el tráfico de personas y drogas. Por último, Abbott reafirmó su compromiso de emplear todos los recursos necesarios para lograr una seguridad operativa integral en la frontera texana.
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