Melanie Salazar y René Neira recibieron su título universitario el pasado 11 de diciembre de la Universidad de Texas. El abuelo pospuso sus estudios por décadas por apoyar a su familia de cinco hijos y sus compromisos como empleado de un banco.
Una alumna de 23 años se graduó de la universidad de Texas en San Antonio recientemente. Su historia no tendría más relevancia que la de una estudiante que obtiene un título de no ser porque su abuelo, de 88 años, se graduó junto con ella.
Melanie Salazar obtuvo el bachelor en Comunicaciones el pasado 11 de diciembre. Ese mismo día, René Neira, su abuelo materno, recibió el mismo grado de reconocimiento en Economía por parte de la misma institución educativa.
«Cuando estábamos en el escenario, sentí que estaba abrumada por la emoción», dijo Salazar al programa Good Morning America. «Todo estaba en silencio. No escuché ni los aplausos, pero me dijeron que todo el estadio estalló».
Neira, quien vive en San Antonio, Texas, se decidió a terminar la carrera universitaria que había aplazado desde la década de 1950 porque, según declaró Salazar, tuvo que trabajar cuando formó una familia.
En el pasado, el abuelo había podido tomar una que otra clase mientras combinaba criaba junto con su esposa a sus cinco hijos, trabajaba en un banco y era activista comunitario.
«Desde la década de 1950, ha estado trabajando para obtener su licenciatura y ha sido una de sus metas y sueños en la vida«, declaró su nieta.
Fue en 2017 cuando ambos se decidieron a matricularse en la misma universidad. Salazar contó que, aunque nunca tuvieron ninguna materia en común, sí almorzaban juntos y estaban juntos en la biblioteca.
«Simplemente trabajábamos en silencio uno al lado del otro», aseguró, y señaló que a menudo ayudaba a Neira a navegar en la tarea escolar en línea.
«También hubo muchas ocasiones en las que lo llevé a la escuela durante las temporadas en las que no tenía su auto», dijo la chica.
Salazar agregó que ella fue presidente de un club en la escuela por un tiempo. Contó que en varias ocasiones, su abuelo se dio tiempo para ir a las reuniones, lo que calificó como “realmente especial porque siempre podía presumir de él y gritar que mi abuelo estaba allí».
Problemas de salud
Desafortunadamente, justo antes de la pandemia de coronavirus, Neira sufrió un derrame cerebral leve y tuvo que tomar una licencia médica de la universidad. Y cuando la pandemia obligó a que las clases se llevaran a cabo en línea, Neira continuó su permiso de ausencia debido a su salud y los inconvenientes de estudiar a través de una computadora.
Cuando se acercaba el día de la graduación en diciembre, Salazar y su familia hicieron lo posible para que Neira pudiera recibir su título. Su salud se deterioró el último año al punto de presentar dificultades para hablar.
La nieta sostuvo que fue la semana de la graduación cuando le informaron que su abuelo podía graduarse.
«Realmente estábamos presionando para lograrlo porque esperábamos, dado que su salud está empeorando, que pudiera tener esa memoria antes de morir», afirmó la estudiante recién graduada.
Cuando Salazar le dijo a Neira que se iban a graduar juntos, ella bromeó con él diciéndole que le preocupaba que le quitara el centro de atención en el momento de su graduación. Salazar le dijo que quería compartirlo con él.
«Estoy tan orgulloso de mi abuelo y estoy tan agradecida de haber podido tener este momento, este recuerdo, con él», concluyó.
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